INVERTIR EN LAS MUJERES, ES INVERTIR EN EL PROGRESO DEL PAÍS.
Guatemala no puede postergar más, la atención e inversión en una agenda de progreso para las mujeres.
Más que números y datos, son rostros y vidas humanas que debemos proteger, sin embargo es importante recordar que de acuerdo al IV Censo Nacional de Talla del 2015, la prevalencia mayor de desnutrición crónica fue de 78.5% para el municipio de San Mateo Ixtatán, Huehuetenango, un territorio eminentemente indígena, ubicada a más de 300 kilómetros de la capital; correspondiendo la menor prevalencia de desnutrición crónica para el municipio de San José del Golfo, con 6.5%, un territorio con mayoría de población mestiza, ubicada a 27 kilómetros de la capital. Dato ilustrativo que se suma al resto de indicadores referentes a pobreza, analfabetismo y demás brechas de desigualdad existentes.
Para romper este círculo de desigualdad, la atención de la mujer y mujer madre debe ser una prioridad, de acuerdo a estudios realizados por el INCAP, “Guatemala es el país con la talla media para mujeres adultas más baja del mundo, las mujeres en Guatemala han crecido en promedio, un centímetro en los últimos 50 años. Este aumento es lento cuando se considera que le llevará más de 100 años alcanzar la talla media de las mujeres en México en 1995”.
Es por ello que, no podemos postergar más, la atención e inversión en una agenda de progreso para las mujeres, como una prioridad de Estado en la que Gobierno, Sector Privado, Organizaciones Sociales, Cooperación, Iglesias entre otros, debemos sumar esfuerzos para detener la condena hacia un país subdesarrollado, en la que las acciones afirmativas hacia mujeres es una necesidad, un mandato y por supuesto una inversión en el progreso de país.
Las mujeres guatemaltecas, tejemos día a día nuestras historias y experiencias individuales y colectivas, en la que nuestras abuelas y madres han jugado un rol importante, cuya fuerza, sabiduría y anhelo de cambio, sea motivación para que las nuevas generaciones de jóvenes y niñas no transiten por un camino largo, difícil y de pocas oportunidades, sino por el contrario dejarles rutas de oportunidades y brechas allanadas en la que se puedan desarrollar de manera integral.

Autor: Dr. Jorge Lopez